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¿Qué es el cansancio mental en los niños?

Generalmente la fatiga o cansancio mental está asociado a la combinación de factores como la presión emocional, el agotamiento psicológico o intelectual, lo que genera una disminución importante en la respuesta mental y física de nuestro organismo. 


Ese cansancio muchas veces está relacionado con la suma de compromisos postergados, ansiedad, aumento de las actividades diarias y alteraciones en el sueño, y en los niños principalmente obedece a la sobrecarga o demasiadas exigencias que no le permiten tener momentos de esparcimiento o diversión, generando un bloqueo mental y mayor vulnerabilidad en el entorno familiar, escolar, entre otros ambientes.

 

Detecta los síntomas del cansancio mental

Según la psicóloga Sofia Gil Guerrero, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de España,  los principales síntomas del cansancio mental en los niños son los siguientes:

 

1. Pérdida de energía: el niño parecer estar sin fuerzas, sin ganas de desarrollar alguna actividad, aunque en otros momentos la hacía sin inconveniente. Pero además, parece que no escucha con atención, se muestra despistado y sus tiempos de reacción son más lentos.

 

2. Alteraciones alimenticias y del sueño: 

el cambio de horario es una de las señales que el menor presenta en el momento de evaluar su cansancio mental. Puede presentar dificultad para dormir, como también el aumento en el tiempo que duerme normalmente. En cuanto a la alimentación, el apetito puede disminuir o debido a su nivel de ansiedad podría presentar mayor consumo de alimentos en horas poco habituales.

3. Ansiedad: además de la alteración en la alimentación, los comportamientos en el niño pueden ser extraños, como cuando no se sienten cómodos en un lugar específico durante un tiempo prolongado.

 

4. Irritabilidad: si el niño es receptivo con las normas y directrices, pero de un momento a otro no soporta ser reprendido o atender una instrucción, puede que esto sea a causa de su cansancio mental.

 

5. Estado de ánimo decaído: otro de los factores que inciden en los síntomas es el del estado de ánimo, puesto que el menor no se muestra de la misma forma como siempre. No muestra interés por practicar la actividad física que antes disfrutaba y/o tampoco encuentra motivación frente a situaciones que antes le divertían.

 

¿A qué se debe el cansancio mental?

Los especialistas han llegado a la conclusión que el cansancio mental o la fatiga cerebral se debe al aumento de actividades cotidianas o al creciente impacto de las exigencias, en contraste con la disminución de espacios de tiempo que le permita relajarse en un mundo sin preocupaciones o mejor dicho, pocos momentos de ocio o de diversión.

A veces los niños y sus padres no comprenden el alcance de la sobrecarga y la repercusión que tienen en su universo emocional; por ello es ahí donde los padres de familia, cuidadores o profesores deben estar pendientes a los síntomas mencionados anteriormente y actuar para que esta situación no tenga consecuencias psicológicas o se refleje en enfermedades como la depresión.

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la depresión es un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Es una enfermedad que puede volverse crónica y disminuir la capacidad de las personas de trabajar, estudiar, socializar o ejecutar algunas de sus actividades cotidianas; dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios  depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves.

 

Tips para evitar el cansancio mental en los niños

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  1. Respetar horarios: el desorden mental del niño debe parar y sus actividades diarias como dormir, desayunar, cenar, entre otras deben estar mediadas por horarios a cumplir sin tener inconvenientes, es decir, dedicándose el tiempo necesario a cada una sin minimizar su importancia, pero teniendo como prioridad las necesidades básicas como lo son comer y dormir.
  2. Tiempo de ocio de los niños : realizar alguna actividad de diversión que el niño haya elegido por sus gustos, es necesario, pues esto le ayudará a desconectarse de sus deberes, de sus actividades rutinarias y esto permitirá liberarse de posibles sobrecargas de trabajo académico.
  3. Tiempo de descanso: es necesario que el pequeño tenga un tiempo de pausa, pensar y repensar las situaciones que lo agobian y poder reflexionar sobre sus actividades, ya sea por medio de un descanso prolongado sin un ejercicio específico o a través de la lectura de un libro, la materialización de un dibujo, pintar, escuchar música, entre otras.
  4. Realizar actividad física: el deporte se convierte en un gran aliado para los padres de familia, puesto que el niño libera energía y su tensión disminuye, mostrándose más receptivo con su entorno y además ayuda para que pueda dormir de manera placentera. 
  5. Una dieta rica en hierro y zinc: estos nutrientes contribuyen al normal funcionamiento del cuerpo y del sistema inmune. Así que incluye en la alimentación de tus hijos alimentos lácteos, como  EL RODEO® NUTRI RINDE®, que son ricos en estos nutrientes.

 

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